Casi un mes sin nada nuevo…en mi defensa alegaré que los estudios y dos eventos de recreación (en Mayo, en Junio puede que vaya a tres…) no me dejan todo el tiempo que quisiera. Cuando ya vayan pasado, habrá cosas sobre cómo hacer escudos, ropa, fotos de los eventos y mucho más…hasta entonces, estoy castigado entre libros y manualidades medievales…vamos al post sin tardar más:
© de las imágenes: Museo del Prado y Royal Armouries
Curiosidades. Es un hecho que sea una isla, Gran Bretaña, la que innove en el campo del merchandising cultural, la pena es que aquí no seamos capaces ni de copiarlo ni sacar una versión propia, o al menos de tratar de convencernos que no es así, con el perjuicio que ello supone:
Set de imanes «El arte del poder»Set de 32 imanes para formar una armadura y lámina con la figura de un caballero inspirado en la exposición «El arte del poder. La Real Armería y el retrato de corte», celebrada en el Museo del Prado entre el 9 de marzo y el 23 de mayo de de 2010. 37 x 21 cm
Sí, la Real Armería…de la Tower of London…
Porque la heráldica sirve para algo…y en el cofre vemos los leopardos en oro sobre gules, cuartelados con las armas nuevas de Francia (tres lises), y junto a otro escudo con la Cruz de San Jorge son típicos de los soberanos de este país…así que ni Jordi, ni Jorge: George. Y la rosa del paño que está justo encima es la Tudor…
Por cierto, el precio de uno y de otro son £9.99 (11,50€) y 17 €. Con gastos de envío (total £13.99) sale 0,90€ más barato comprar uno a los ingleses…Supongo que al compar uno, además de un porcentaje al prado o a la Real Armería o al Prado, otro se quedará para las Royal Armouries. Normal, por comprar fuera en vez de hacerlo nosotros mismos…de acuerdo que es una idea muy buena (tengo uno similar con un samurai con armadura de batalla y de gala) ¿Pero no se podría heber hecho una versión propia, o al menos, no venderlo así cuando no lo es? Me queda la duda de qué pone exactamente en la pegatina de la foto, tal como lo venden en el Prado, pero lo que puedo comprobar, es, tristemente, un burdo intento de confundirnos.
Ahora dile tú al Emperador Carlos que le confunden con ese hereje de Enrique…y que los dineros de sus súbditos se usan para abrillantar la armadura del inglés en vez de la suya. A ver cómo se lo toma…
*nota: Sé que después de los tomates medievales pareceré un quisquilloso estirado. No, tranquilos, sólo me convierto en eso cuando me la quieren dar con queso.